REBELLION AND RESISTANCE IN THE IBERIAN EMPIRES, 16TH-19TH CENTURIES.

Insulto/Insultar (ES) | Insulto/Insultar (PT)

Author: Nicolás Celis Valderrama / Sandra Montoya/ Ângela Barreto Xavier

Affiliation: Pontificia Universidad Católica del Chile / Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa



El insulto a lo largo de la época contemporánea se entendió como la ofensa a una persona a la que le provoca irritación como resultado de las palabras y de las acciones. Se pone en evidencia que los insultos no remiten simplemente a reflejos de los comportamientos humanos, sino que constituyen modos de atribución de sentidos que articulan creencias, valores y representaciones del mundo social. Los insultos construyen realidad mediante su efecto performativo, en un amplio terreno de que se abren una vez que se problematizan aquellas categorías para así reconocer el carácter circunstancial de los improperios en los estudios culturales. Desde el plano de la historia, el insulto −como acción discursiva− no operaría como un simple sistema de transmisión de los significados de la realidad, sino como un componente activo en la constitución social y cultural de la época moderna.
César Oudin en su Tesoro de las dos lenguas francesa y española de 1607 indica que el concepto “Infulto” es sinónimo de injuria y ofensa. Por su parte, en 1609, el diccionario de Girolamo Vittori indica que insulto es sinónimo de deshonor (Oudin 1607; Vittoria 1608). En su Vocabulario portuguez & latino, Rafael Bluteau añadiría que insultar es “acometer violentamente com obras, ou palavras”, dándose cuenta de la dimensión de violencia que encierra el insulto. Bluteau añade como ejemplo de insulto una cita tomada de Terencio: Barbarorum insultatio. Sin embargo, el propio Bluteau añade que estos actos se hacían “sem causa”, despojándolos así de un significado social más profundo (Bluteau 1712-1728, vol. 4: 156). Estas acepciones persistieron en diccionarios posteriores de la lengua portuguesa, aunque en el Diccionario da Lingua Portugueza de Moraes e Silva, cuando se escribía que un insulto podía hacerse «sem provocacão ordinária», se suponía que podía haber causas que lo justificasen (Moraes e Silva 1789, vol. 1:169). La dimensión de violencia que el insulto podía implicar también se señala en el Diccionario de Autoridades, en 1734, que afirma que se trata de un hecho violento o improvisado para causar daño (RAE 1734). Esta última definición también se mantuvo sin grandes cambios en las distintas versiones de la Real Academia Española a lo largo del siglo XVIII y XIX. Sin embargo, en 1787 el Diccionario de Esteban de Terreros y Pando, indica que el insulto, para que sea tal, se debe realizar en la esfera pública y solo a través de palabras. En él se indica: afrenta de palabra u obra, que se hace en público.

Sin ser en sí mismo una manifestación de resistencia, ya que a menudo se producía en el contexto de desacuerdos de diversa índole entre dos o más personas, pero sin ningún alcance político, el insulto también podía asociarse a formas de resistencia, concretamente a la actuación de agentes del poder dominante. Tal fue el caso del insulto proferido contra Joze Telles, juez del tribunal del lugar de Meios, en la región de Guarda, Portugal, en 1827, cuyo insulto acompañó actos de desobediencia a la justicia, y mereció una investigación (ADGRD, V-M-2.0-Mç. 3 Vol. 2). O, al año siguiente, Maria do Rosário, acusada de insultar al escribano y al alguacil de la ciudad de Castelo Branco cuando le pidieron a ella y a su marido que les mostraran la licencia para transportar una ballesta. Al negarse a hacerlo, Maria do Rosário insultó a dichos funcionarios (ANTT, Feitos Findos, Processos-Crime, Letra M, mç. 42, nº 6, cx. 85). Pero este tipo de resistencia también podía darse entre funcionarios de la corona, como ocurrió en Quito en 1785, cuando Ramón Maya, escribano receptor de la Audiencia de dicha ciudad, insultó al contador D. Juan Antonio Acilona cuando éste le notificó cierta orden (AGI, QUITO,321,N.10). 
Pero es probable que la palabra insulto tuviera aún más relevancia anteriormente. En 1490, por ejemplo, se utilizaba para designar actos de violencia muy extremos. En una carta real de ese año al escribano de Gomera, Gonzalo de Córdoba, se califica de insulto el asesinato de Fernando Peraza, uno de los señores de esa isla canaria. La consecuencia inmediata de este insulto fue la muerte de muchos de los vecinos de la isla implicados en el mismo, así como el cautiverio de sus mujeres, hijos e hijas, que fueron vendidos como esclavos en Castilla y Aragón, venta que fue revocada en la mencionada real cédula (AGS, RGS, LEG,149011,74; AGS, RGS, LEG,148903,300).
También el vituperio y la infamia podían constituir modalidades de insulto, traduciendo el desprecio y la falta de estima por alguien (Bluteau 1712-1728, vol. 8: 534; Silva 1789, vol. 2: 860; Terreros y Pando 1988: 814).
Estas dimensiones políticas del insulto en la época moderna han sido objeto de una historiografía más reciente, que ha discutido la relevancia del insulto (en su dimensión verbal, pero también iconográfica) para comprender los imaginarios políticos ibéricos de la Edad Moderna, y las múltiples formas subjetivas y colectivas de resistencia (Pérez Salazar, Tabernero y Usunáriz 2013; Flores y Marcocci, 2018; Irigoyen-García 2022).


REFERENCIAS

Diccionarios
Bluteau, Rafael, Vocabulario portuguez e latino, aulico, anatomico, architectonico, bellico, botanico, brasilico, com... / pelo Padre D. Raphael Bluteau, Lisboa: na Officina de Pascoal da Sylva, 1712-1728
Oudin, Cesar, Tesoro de las dos lenguas francesa y española. Thrésor des deux langues françoise et Uespagnolle, auquel est contenue l’explication de toutes les deux respectivement l’une par l’autre. Divisé en deux parties, Paris, Marc Orry, 1607.

Vittori, Girolamo. Tesoro de las tres lenguas francesa, italiana y española. Ginebra: Philippe Albert & Alexandre Pernet, 1609. 

Real Academia Española. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua [...]. Compuesto por la Real Academia Española. Tomo primero. Que contiene las letras A.B. Madrid. Imprenta de Francisco Del Hierro. 1734.

Silva, Antonio Moraes, Diccionario da lingua portugueza composto pelo padre D. Rafael Bluteau, reformado, e accrescentado por Antonio de Moraes Silva natural do Rio de Janeiro, Lisboa, Na Officina de Simão Thaddeo Ferreira, Lisboa, 1789.

Terreros y Pando, Esteban de, Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana, Tomo primero, Viuda de Ibarra, Madrid, (1767) 1786.

Fuentes
“Autos crime de apresentação de carta de seguro em que é ré Maria do Rosário e autora a Justiça”, Arquivo Nacional da Torre do Tombo (ANTT), Feitos Findos, Processos-Crime, Letra M, mç. 42, n.º 6, cx. 85.
 
“A Gonzalo de Córdoba, escribano de Cámara, sobre la muerte dada en La Gomera a Fernando Peraza con alboroto y escándalo y que haga pesquisa sobre esclavos canarios”, Archivo General de Simancas (AGS), RGS,LEG,149011,74.

“Devassa de desobediência e insulto feito a Joze Telles, Juiz da Vara do lugar dos Meios”, Arquivo Distrital da Guarda (ADGRD), V-M-2.0-Mç. 3 Vol. 2.

”Insulto al contador mayor D. Juan Antonio de Acilona”, Archivo General de Indias (AGI), QUITO,321,N.10.

“Sobre una rebelión en una de las islas de Canaria y la muerte de Fernando Peraza”, Archivo General de Simancas (AGS), RGS,LEG,148903,300.

Bibliografía
Pérez Salazar, Carmela; Tabernero, Cristina; Usunáriz, Jesús María, eds., Los poderes de la palabra. El improperio en la cultura hispánica del Siglo de Oro, New York, Peter Lang Publishing Inc., 2013.

Flores, Jorge; Marcocci, Giuseppe, “Killing Images: Iconoclasm and the Art of Political Insult in Sixteenth and Seventeenth Century Portuguese India,” Itinerario 42:3 (Dec. 2018): 461-489.

Irigoyen-García, Javier, Dystopias of Infamy: Insult and Collective Identity in Early Modern Spain, Lewisburg PA, Bucknell University Press, 2022.