REBELLION AND RESISTANCE IN THE IBERIAN EMPIRES, 16TH-19TH CENTURIES.

Cerco (ES) | Cerco (PT)

Author: Osvaldo Víctor Pereyra

Affiliation: Universidad Nacional de La Plata

https://doi.org/10.60469/sbb2-fv60


Del latín circare, verbo circus. Alude a aquello que se amarra, ciñe, ata o rodea, en femenino es cerca. Un primer grupo de acepciones es cercado, estacada, seto, tapia, valla y vallado, en sentido de estructura vertical o empalizada que rodea un terreno, protegiéndole. Por extensión, su uso se amplía también a lo militar para vencer la resistencia de una plaza fuerte a través de su acorralamiento, hostigamiento y embestida: “… Cercaron a la madre d'este Rodrigo de Moscoso en el castillo de Almanço e, no la podiendo tomar, derribáronle la casa de Altamira …” (Garcia de Salazar 1492, Libro XXV, p. 1032).  Los términos asociados son: asediar / assediar // asedio / assedio // sitiar / sitiar. Según Covarrubias, la voz cercar aparece así asociada con varias acepciones coligadas, “… sitio: algunas veces significa el asiento del lugar… Otras el cerco que se pone a alguna ciudad, o fuerça, lo qual se llama sitiar, y los cercados se dizen estar sitiados…” (Covarrubias 1674, Primera Parte, p. 177).

En lengua portuguesa, de igual forma recoge el sentido de cerco como sitio militar: “… cerco de cidade: obsidio, onis. Obsessio, onis…” (Pereira 1647, p. 33).

Debemos tener en consideración al hablar de las ciudades medievales en Europa que “el ideograma urbano por excelencia” (Boucheron; Menjot y Boone, 2011, p. 287) se encuentra configurado por su “perímetro amurallado” el signo distintivo de la presencia de una ciudad: “… Honra debe el rey hacer a su tierra, y señaladamente con mandar cercar las ciudades y las villas y los castillos de buenos muros y de buenas torres…” (Alfonso X, 1265, Partida Segunda, Título 11, ley 2). Diferenciar entre comunidad política organizada la “civitas” que no se confunde con el aspecto edilicio de la misma “urbe / Urbs” (Magnavacca 2005, p. 131-132). De esta manera la primera función de la muralla era para los contemporáneos defensiva, pero al mismo tiempo permitía separar y delimitar dos espacios de sociabilidad disímiles: ”… Civitas est hominum multitudo societatis vinculo adunata, dicta a civibus, id est ab ipsis incolis urbis…, civitas autem non saxa, sed habitores vocantur...”  (Sevilla [627-630], 2000, pp. 226-227). Es decir, un interior amurallado y protegido opuesto a un exterior abierto donde la ciudad ejercía su control jurisdiccional. Las murallas constituían el modo más eficaz de sostener la guerra defensiva durante la Edad Media (Clifford 2005: p. 190).

El sentido de cerco se mantiene, hacia el siglo XVIII, según Bluteau, se componen como equivalentes cerco / sitio / asedio: “… sitiar: uma cidade. Vid. cercar. Vid. Assediar...” (Bluteau 1712, t. VII, p. 665).


REFERENCIAS

Diccionarios
Bluteau, Raphael, Vocabulário Portuguez e latino. Coimbra, Collegio das Artes da companhia de Jesu, 1712.

Covarrubias, Sebastián de, Tesoro de la lengua castellana, o española. Madrid, por Melchor Sánchez, 1674.

Magnavacca, Silvia, Léxico técnico de Filosofía Medieval. Madrid, Miño y Dávila, 2005

Pereira, Bento, Tesouro da língua portuguesa. Lisboa, Paulo Craesbeeck, 1647.

Sevilla, Isidoro de, Etimologías. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, [627-630] 2000.

Fuentes impresas
Afonso X, Código de las Siete Partidas. Madrid, Real Academia de la Historia, 3 tomos. 1807 [1265].

García de Salazar, Lope, Istoria de las bienandanzas e fortunas, 1492. Edición realizada por Ana M. Marín Sánchez, en Memorabilia: boletín de literatura sapiencial, n° 3, 1999.

Bibliografía
Boucheron, Patrick; Menjot, Denis y Boone, Marc, Histoire de l’Europe urbaine, 2. La ville médiévale, París, Le Seuil, 2011.

Clifford, J. Rogers, “La época de la Guerra de los Cien Años”, en Maurice Keen (ed.) Historia de la guerra en la Edad Media. Madrid: Machado Libros, 2005.