REBELLION AND RESISTANCE IN THE IBERIAN EMPIRES, 16TH-19TH CENTURIES.

Bulla/Bullicio (ES) | Bulha/Bulício (PT)

Author: Ivan Gracia-Arnau

Affiliation: CIDEHUS-Universidade de Évora | Universitat de Barcelona

https://doi.org/10.60469/b9kk-pd67


Las palabras bulla y bullicio, en español, y bulha y bulîço, en portugués, provienen de la voz latina bulla, que significa “burbuja”. El agua puede bullir o bullecer, es decir, hervir y generar burbujas; también las personas pueden ser bullentes y entrar en ebullición al desasosegarse y moverse con demasiada viveza.

La palabra bulla apela, según los diccionarios históricos españoles del siglo XVII, al griterío y la barahúnda generados por un grupo de personas congregadas o reunidas, por ejemplo, en asambleas o concejos (Rosal 1611: 116). Sin embargo, el uso que encontramos en la mayoría de las fuentes históricas y la literatura de la época abraza un sentido mucho más amplio que alude a cualquier tipo de alboroto o algarabía causada por la multitud, ya sea en contextos festivos como de protesta. El Quijote de Avellaneda, por ejemplo, se encontró con “la bulla de la gente” que estaba de celebración en la calle Mayor (Fernández de Avellaneda 2001: 219v), mientras que el virrey de Cataluña en 1640 abandonó Barcelona para salvar su vida cuando escuchó llegar “la bulla de los villanos a las puertas” (Federico Spatafora Rufo 1640: 24v). Las connotaciones festiva y contestataria de la palabra quedaron recogidas de forma explícita en los diccionarios de los siglos XVIII y XIX. Por ejemplo, según un diccionario de 1853, bulla tanto podía ser sinónimo de “alegría, algazara, jaleo, zambra, fiesta, broma, diversión” como de “revuelta, tumulto, gresca, jarana, especie de asonada” (Domínguez 1853: 286, 4). La palabra bulla también fue utilizada en expresiones como “ir de bulla”, para hacer referencia a la acción de ir en grupo desordenadamente, o “meter a bulla”, como aquello que se hace para “impedir que se prosiga en algún asunto introduciendo especies extrañas”. El significado de la palabra bulha en los diccionarios portugueses no es muy distinto que el que figura en los españoles, pero sí incluye algunos matices. Por un lado, apela igualmente al ruido y la confusión, y es, asimismo, sinónimo de tumulto. Por otro lado, sin embargo, bulha también alude a la idea de riña, contienda o pelea, sea entre dos o un grupo de personas (Folgman 1755: 90, 1). Ejemplo de su uso puede ser encontrado en este entremés de finales del siglo XVIII, titulado A grande bulha, que teve huma mulher com seu marido, por deitar o dinheiro nas sortes, e lhe sair em branco (A grande bulha 1787).

Por su parte, la voz bullicio también alude al ruido o la confusión generado por un grupo de personas, como, por ejemplo, el “bullicio popular” o el “bullicio de la corte”, pero también refiere, con un tono más literario, al “bullicio de los negocios”, al “bullicio de la guerra” o al “bullicio del mundo” para hacer referencia a la confusión y el ajetreo. Además de este significado, la palabra bullicio, así como bullidura, bullimiento o bullición, formas en las que también aparece, tuvo una connotación política mucho más definida que la voz bulla. En todos los diccionarios históricos españoles aparece como sinónimo de sedición, tumulto, alboroto, turba o conmoción. Con este sentido fue usado, por ejemplo, en las cortes de Valladolid de 1523, donde se hizo referencia a la revuelta de los comuneros como “bullicios e movimientos” (Cortes de los antiguos reinos de León y de Castilla 1882, Tomo IV: 335). Los bullicios eran causados por bulliciosos, bullidores o bulliciadores, gentes que bulliciaban, es decir, actuaban bulliciosamente o con bulliciosidad. Todas ellas son palabras con las que se designaba a aquellas personas “amigas de la novedad”, que “tienen inquietud o viveza excesiva”. En los diccionarios portugueses también está presente la palabra bulîço, definida como “movimiento” y sinónimo de rebolîço. Al igual que bullicio, rebolîço puede ser tanto el griterío de la “gente que festeja” como de la “plaça onde se compra, vende, etc.” y, al mismo tiempo, sinónimo de “alvoroço, tumulto e sedição”.

A partir del siglo XVIII aparecen, en los diccionarios históricos españoles, las palabras rebulimiento y bullaje para hacer referencia, de nuevo, a una “especie de tumulto o concurso de gentes” y, a partir del siglo XIX, las palabras rebullicio, como “bullicio grande”, y bullanga, como sinónimo de bullaje y de alboroto, asonada, motín, rebelión, sedición, o como una especie de pronunciamiento. Las bullangas eran promovidas por los bullangueros, que, según un diccionario de 1852, eran “patriotas de café, amigos de motines y trastornos” (Castro y Rossi 1852, Tomo 1: 431, 1). La palabra bullanga apareció en los diccionarios históricos a partir de 1846, después de una serie de insurrecciones liberales que tuvieron lugar en Cataluña entre 1835 y 1843 que fueron conocidas en la época −y también por la historiografía actual− como las Bullangas. Fue una manera despectiva que la prensa y la historiografía liberal de la época usaron para referirse a aquellos alborotos populares, de corte progresista y anticlerical, con el fin de desvincular las reformas políticas promovidas por el estado de los connatos de violencia popular (Roca Vernet 2019: en línea).


REFERENCIAS

Diccionarios
Castro y Rossi, Adolfo de, Biblioteca Universal. Gran Diccionario de la Lengua Española, Madrid, Oficinas y establecimiento tipográfico del Semanario Pintoresco y de La Ilustración, 1852.

Domínguez, Ramón Joaquín, Suplemento al Diccionario Nacional o Gran Diccionario Clásico de la Lengua Española, Madrid-París, Establecimiento de Mellado, 1853.

Domínguez, Ramón Joaquín, Diccionario Nacional o Gran Diccionario Clásico de la Lengua Española, Madrid-París, Establecimiento de Mellado, 1853, 2 vols.

Folgman, Carlos, Diccionario Portuguez, e Latino, Lisboa, Officina de Miguel Manescal da Costa, (transcripción de Paula Cristina Araújo), 1755.

Fuentes manuscritas
Spatafora Rufo, Federico, Relación que ynbió don Federico Spatafora Rufo, capitán de coraças por su Magestad en los exércitos de Cataluña de los motines y revolturas de los catalanes, Biblioteca Nacional de España (BNE), ms. 1430, ff. 10 v.-28 v.

Rosal, Francisco del, “Origen y etymología de todos los vocablos originales de la Lengua Castellana. Obra inédita de el Dr. Francisco de el Rosal, médico natual de Córdova, copiada y puesta en claro puntualmente del mismo manuscrito original, que está casi ilegible, e ilustrada con alguna[s] notas y varias adiciones por el P. Fr. Miguel Zorita de Jesús María, religioso augustino recoleto”, Biblioteca Nacional de España (BNE), ms. 6929, (1601-1611).

Fuentes impresas
Cortes de los antiguos reinos de León y de Castilla, Madrid, Real Academia de la Historia, 1861-1903, 7 vols. https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.do?id=16930

Fernandez de Avellaneda, Alonso, Segundo tomo del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, ed. Florencio Sevilla Arroyo, Alicante, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2001 [1614].

Novo entremez intitulado A grande bulha, que teve huma mulher com seu marido, por deitar o dinheiro nas sortes, e lhe sair em branco, Lisboa, Domingos Gonsalves, 1787.

Bibliografía
Roca Vernet, Jordi, “’Bullanga’, a new word for a new liberalism” (en línea), en To the barricades. Objects that tell the story of popular protest in Europe, 1815-1850, Coventry, University of Warwick, 2019. Disponible en: www.barricades.ac.uk/items/show/60.